Todos necesitamos tiempo para nosotros mismos, para potenciar nuestras fortalezas y trabajar nuestras debilidades. La meta no es ser perfectos. Ya lo somos. Aún con esas fortalezas y debilidades, ya que ellas son parte del camino y las que lo hacen más divertido.
A veces no reconocemos esas fortalezas y dones que tenemos y allí empieza nuestro camino, en aprender a mirar dentro de nosotros mismos y reconocer y agradecer esos dones.
Igual pasa con aquello que tenemos por mejorar, que tendemos a darle más importancia y a castigarnos por ello, cuando en realidad están ahí como parte de nuestro aprendizaje. La tarea es no sentirnos mal por ello y preguntarnos que debo aprender de esta situación en mi vida.
Es una tarea de valientes, pero ten la seguridad que si está en tu vida, tienes las herramientas para superarlo.
En la medida que nos aceptamos como realmente somos, con nuestra luz y sombra, nos acercamos más a nuestro crecimiento espiritual, la apertura de nuestra conciencia y a una vida más llena de paz, armonía y felicidad.
Dedícate tiempo, es el mejor regalo que te puedes hacer. Lo notarás en todos los aspectos de tu vida.
Om mani Padme Hum
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