Nuestra imaginación es la gran herramienta de creación, por eso una de las formas más poderosas que el sistema ha utilizado para frenar nuestro poder Creador, ha sido programarnos con la creencia de que la imaginación es propia del infantilismo, así que, según vamos cumpliendo años, desterramos a nuestra gran compañera de la infancia a un cajón, pues no es compatible con la vida adulta y madura.
El día que dejamos nuestra imaginación en el cajón, empezamos a funcionar, con los patrones con los que nos han programado para que creamos que nuestra suerte depende de los aspectos externos.
Al creer que nuestra realidad depende de lo externo, nos desconectamos de nosotros mismos y de nuestro poder para crear otra realidad, pero ese es el objetivo del sistema y lo consigue con nuestro permiso.
Es algo así, como el águila que se cree pato. Mientras se vea a sí mismo como un pato, no pasará por su imaginación ni siquiera volar como una paloma. Será un águila viviendo una vida de pato.
De esa forma nos programan y solo cuando decidimos, (porque todo en nuestra vida es una elección constante) expandir nuestra visión más allá del marco que nos presentan como real o normal, vemos el campo de infinitas posibilidades, oportunidades y versiones de uno mismo.
Entonces es, cuando vemos que no somos patos si no águilas y caminamos hacia nuestra versión más elevada, agradeciendo al pato que fuimos, antes de despedirnos de él con amor y volar hacía los cielos más elevados.
Nos volvemos conscientes de que somos un águila, y que hemos de vivir la vida de un águila, y así empezamos a imaginarnos como volamos por encima de los ríos y las cordilleras y como rozamos las nubes con nuestras majestuosas alas. Sentimos la gran libertad y nuestro corazón lleno de amor y dicha, pues no hay algo más grandioso que la expresión de uno mismo tal y como es, y al imaginárnoslo, lo
estamos creando.
Somos seres creativos. En cada ahora estamos creando. Con cada pensamiento, con cada elección que hacemos, aunque no seamos conscientes de que lo estamos haciendo.
¿CÓMO CREAR CONSCIENTEMENTE? Pasos
1º Elegir lo que queremos crear, en general suele ser el paso más difícil, el saber qué queremos realmente. Distinguir nuestro deseo genuino de las proyecciones que hemos asumido como propias. Una vez sabemos qué crear, viene el 2do paso
2º Aceptar que siempre es AHORA y que solo en el AHORA creamos. Que el pasado y el futuro, son solo una ilusión mental.
3º Como solo existe el AHORA, es AHORA, cuando con todo lujo de detalle, imaginamos lo que queremos crear y nos sentimos y comportamos como si ya lo hubiéramos creado.
Es decir, si quiero vivir en un mundo de amor, de paz, de alegría, me visualizaré a mí misma disfrutando, compartiendo y celebrando con la gente que amo mi alegría, veré como todo el mundo se une en el amor, disfrutando de la abundancia que llega a todas las personas. Sentiré el amor y la alegría dentro de mi corazón, con tan solo imaginarlo.
Al principio puede resultar difícil hacerlo, porque mientras pones la semilla que son las imágenes que creas con tu imaginación, en tu subconsciente, tu parte consciente no para de parlotear (¿qué haces? ¡Eso es imposible!, si sabes el caos que se está viviendo, ¿cómo te vas a creer lo que estás imaginando? ¿Cómo vas a sentir lo que no sientes?, bla, bla, bla…
Ante esto, te digo ¡inténtalo!, solo tienes que cambiar tú creencia.
No existe algo que podamos tocar, que antes no haya estado en la mente de alguien. Partiendo de esta base, de que todo lo que existe en el plano físico, existió anteriormente en el plano mental, nuestra creación ya existe, ya es una realidad en el campo mental.
Así como los campos de maíz, son campos de maíz aunque aún no haya evidencia alguna, pues la semilla no ha brotado, de esa misma manera, nuestras creaciones son realidades en el campo mental, que brotarán tarde o temprano, como la mazorca. Por lo que si tenemos un campo mental fértil, aprovechemos para sembrar lo que nos hace feliz, seleccionando la semilla que corresponde al fruto que queremos recoger, ya que
Si creo que es imposible crear con la imaginación, estaré en lo cierto, y será imposible para mí lograrlo.
Si creo que es posible crear con mi imaginación, estaré en los cierto y será posible para mí lograrlo.
Como vemos, estamos a un pensamiento de distancia, de todo lo que queremos lograr en nuestra vida y ese pensamiento es… ¡¡creer que es posible!!
Volviendo al ejemplo del Nuevo Mundo: Una vez tengo la imagen del Nuevo Mundo de Paz, Unidad, Amor, Justicia, Libertad y Alegría en mi cabeza, con todos los detalles, me comporto como si ya viviera en él, me visualizo conviviendo en armonía con el resto de la humanidad, sintiendo la certeza de que ya es un hecho… Y ahora pasaríamos al cuarto paso.
4º Enfocar la atención en la realidad que queremos experimentar
Así como una semilla necesita su tiempo para convertirse en la planta que está llamada a ser, y la regamos con amor cada día, de esa forma, dedicaremos diariamente un tiempo, para silenciar la mente y enfocar nuestra atención en la recreación de la realidad que estamos creando, sintiendo y comportándonos como ya cumplida. Nos desapegamos del resultado y esperamos a que la semilla se convierta en la planta que sabemos nos trae el fruto que queremos.
Tal como recomienda Neville Godard, si al dormirnos por la noche, recreamos nuestro deseo en la imaginación, sintiendo la emoción que sentiríamos si ya lo hubiéramos logrado, hará creer a nuestro subconsciente que ya es una realidad material en nuestra vida y la experiencia la viviremos tarde o temprano.
Así que, os invito a Cocrear el Nuevo Mundo, que tanto anhelan nuestros corazones.
Un abrazo de Luz Familia
Autora: María Teresa Gómez Vicario
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