La suerte está en tu manos
Me gustaría hoy escribir sobre la Quiromancia, este arte adivinatorio tan antiguo y que en alguna época a través de los siglos se sentía amenazado por persecuciones, caza de brujas... y fue tan bien salvaguardado y llegó hasta nuestro mundo actual.
La adivinación a través de la mano siempre ha ido unida con la imagen peculiar de la gitana que nos aborda por las calles de este inigualable Madrid con su acento caló y con el inquietante comentario: “¿Te adivino tu futuro, resalao?” y previo regalo de la indispensable ramita de romero, te empieza a convencer de que por una módica cantidad te lee una mano, para luego a continuación hacerlo con la otra y el consabido mal de ojo que descubre y la necesidad de encender velas para limpiarte la negatividad, hasta que la módica cantidad, se convierte en 20 o 30 euros. Es una figura pintoresca y encantadora que a mi me atrae.
Quizá por esa atracción que ejerce sobre mi, esté enamorada de la lectura de las manos, ya que siempre me ha encantado esa imagen romántica de la raza romaní, esos zíngaros de todos los tiempos, nómadas con sus carromatos, con su vida tan bohemia y tan en contacto con la naturaleza y en ese ir y venir trashumante, cuanta sabiduría van regando por cada sitio que pasan. De alguna manera les debemos a ellos que preservaran este arte cuando fue perseguido.
También es interesante que se sepa que no solo es un vehículo de adivinación, efectivamente se lee futuro. Pero al margen de inquietarnos por saber si vamos a encontrar novio, o nos va a sonreír la diosa fortuna tocándonos la lotería de Navidad dentro de un mes, sería necesario conocer que se puede aprender datos sobre nuestra personalidad, sobre nuestra salud, los traumas e inhibiciones que nos impiden quizás lograr metas en la vida, lo que nos implicará perder un empleo, elegir una relación, un sinfín de cosas y lo más importante: como corregir errores o como estar prevenidos para algunos acontecimientos que se avecinan.
Hasta hace poco a la hora de ejercer la quiromancia, se ha tenido el inconveniente del temor que produce que porque alguien te ha dicho que tienes la línea de la vida muy corta, o cualquier otro asunto, ya se cohíben pues piensan que les vas a pronosticar su eminente muerte y entonces utilizan el tarot otro cualquier método más “inofensivo”.
Efectivamente se pueden ver esos detalles, PERO DEPENDE... Por ejemplo, una cruz en el monte de Júpiter significa una felicidad inmensa en la unión de pareja. Pero depende. Ese “pero depende” quiere decir que otros signos que están rodeando la cruz pueden modificar su significado. También deberíamos valorar que nuestra mente es la parte más importante del ser humano y su fuerza imprime, como no, cada acontecimiento en la mano.
Pero no se puede decir de forma contundente te va a ocurrir esto, pues hay que buscar en otros signos de la mano datos que te confirmen una situación, y pienso que como estamos siempre en plena evolución y cambio, algunas cosas están ahí para indicarnos que debemos hacer cambios en nuestra vida y al estar avisados se transmuten y puede que no ocurra ese acontecimiento.
Si tenemos en cuenta que la mano izquierda guarda lo pasado, la herencia genética, nuestros recuerdos y experiencias, lo que heredamos de nuestra madre, lo que existe de convencional en nosotros y la derecha es nuestro futuro, nuestra proyección, nuestra evolución, los deseos que tenemos, nuestra afán de lucha, entenderemos que ambas manos son como un libro, es un conjunto y no se puede leer independientemente, lo mismo que en una lectura de un libro no tomamos el significado de cada página por separado si no que es una unidad.
Bueno, espero de todo corazón haberos entretenido un rato y que sepáis el potencial que confiere vuestras manos y que sepáis sacar provecho a todo lo bueno que haya en ellas y no olvidéis de que lo que se trata es de ser cada día un poquito más felices y armoniosos con todo lo que poseemos a pesar de los acontecimientos que vivamos.
Autora: Violeta Pita - Quiróloga
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