Es una piedra espiritual que te abre a nuevas dimensiones, estimulando la evolución de la tierra.

Atrae Amor y Paz, fomenta la tranquilidad.  Eleva la conciencia de manera natural, y arminiza cuerpo y alma a las nuevas vibraciones.

Facilita el contacto angélico y la comunicación con otros reinos.  Ayuda a la curación de las relaciones de vidas pasadas o de los traumas del corazón. 

Disuelve conductas de autosabotaje y ayuda a asumir el control de la propia vida.  Nos ayuda a afrontar periodos de estrés y cambios inevitables, afrontandolos con ecuanimidad.

Ayuda a las mujeres a conectar con la Tierra y su feminidad innata, restaurando su conexión con la naturaleza.