Combina poderosamente el poder de la amatista con el del citrino.

Estimula la creatividad, fortalece la concentración y favorece la adquisición de control sobre la propia vida. Tiene un don especial para “limpiar la cabeza” de tensiones, estrés e intranquilidad.

Promueve el optimismo y el bienestar, sin que nos dejemos influir por cosas externas. Potencia la compatibilidad y la aceptación de los demás.

Libera los bloqueos y la programación mental negativa, disipa la negatividad del aura y las toxinas del cuerpo.