En el año 1945 Jiddu Krishnamurti, uno de los más grandes pensadores de nuestra época escribió el libro "Ante un mundo en crisis" del cual os dejo a continuación un fragmento de su introducción:
"¿Puede cada quien, que es responsable del conflicto y miseria dentro de sí mismo y por ende en el mundo, permitir que su mente-corazón esté embotado por erróneas filosofías e ideas? Si vos que habéis creado esta lucha y sufrimiento no cambiáis fundamentalmente, los sistemas, conferencias, tratados ¿producirán orden y buena voluntad? ¿No es imperativo que vos mismo os transforméis, puesto que lo que vos sois es el mundo? Vuestros internos conflictos tienen expresión en desastres externos. Vuestro problema es el problema del mundo y únicamente vos podéis solucionarlo, no otro; no podéis dejarlo a los otros. El político, el economista, el reformador, es, como vos, un oportunista, un astuto urdidor de planes: pero nuestro problema, este humano conflicto y miseria, esta existencia vacía que produce desastres tan angustiosos, requiere algo más que maquinaciones astutas, más que las superficiales reformas del político y el propagandista. Requiere un cambio radical de la mente humana y ninguno puede hacer que esta transformación se efectúe, salvo vos mismo. Porque lo que vos sois, eso es vuestro grupo, vuestra sociedad, vuestro líder. Sin vos el mundo no es; en vos está el principio y el fin de todas las cosas.
Ningún grupo, ningún líder puede establecer el valor eterno, excepto vos mismo."
Creo que a pesar del tiempo que ha pasado desde que lo escribió, estas palabras siguen teniendo una vigencia increíble, dado que actualmente estamos abocados a grandes cambios y retos en el mundo que nos llevan a pensar en soluciones y posibles respuestas a ese gran enigma que se llama futuro.
Pues bien, creo que la clave está en estas palabras de Krishnamurti y en la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros en el mundo que vivimos. Justo es dentro de nosotros que se debe dar ese cambio tan anhelado que queremos ver. Justo es en nuestro corazón y en nuestro pensamiento que empezamos a crear todo aquello que existe. En la medida que nos hacemos responsables de este hecho el mundo empezará a cambiar y es justamente por no aceptar esta realidad que el mundo está como está.
Está claro que no nos gusta la idea, sino, otro gallo nos cantaría. Pero... ¿porque no probar? ¿porque no hacemos pequeños cambios en nuestra vida y vemos que sucede? Obviamente debemos esperar un tiempo para ver el resultado, pero si te animas conmigo a intentarlo lo veremos juntos.
Bien, empecemos. Lo primero que hay que hacer es terminar con nuestras luchas internas. Esas que tenemos en nuestra mente y corazón como lo dice Jiddu. Cada vez que tengamos un pensamiento de juicio, podríamos preguntarnos si nos gustaría ser juzgados de la misma manera. No merecemos todos un poco de perdón y compasión? Llenar de paz nuestro corazón y nuestra mente, resolviendo esos conflictos internos que podamos tener, nos ayudará a que esa energía de conflicto se resuelva en el interior y por tanto también en el exterior.
Una vez aquietada nuestra mente y nuestro corazón esté lleno de paz, proyectaremos esta energía a nuestra casa, nuestra familia y allegados. De esta forma podremos ir cambiando nuestro mundo, primero el microcosmos y luego el macrocosmos.
Así como cada célula de nuestro cuerpo tiene una misión y cumple una tarea, así cada uno de nosotros es como una pequeña célula de todo el Universo, y cada célula debe hacer su parte, porque si no trabaja integrada con el resto del sistema entonces viene el caos y la crisis y las enfermedades.
Pues en estos momentos de crisis, que debemos ver como una gran oportunidad, estamos llamados a hacer los cambios que necesitamos para que nuestro mundo interior encuentre la paz y la felicidad y de esa manera ayudar a que el mundo funcione de otra manera.
De seguro que todas las experiencias vividas en estos meses te han permitido reflexionar sobre tu vida y preguntarte si la vida que estabas viviendo antes de este parón es la vida que realmente quieres o si por el contrario te gustaría hacer cambios que te permitan ser más feliz y estar en paz contigo mismo.
Te invito a reflexionar sobre ello. No te daré respuestas aquí porque cada uno debe buscar la suya en su interior y reencontrarse con aquellas cosas que considera valiosas. Es la pregunta principal que os dejo. ¿A que le damos Valor en nuestras vidas? A un coche último modelo? al tiempo con nuestra familia? A dedicar muchas horas al trabajo para obtener reconocimiento profesional? A un paseo por la naturaleza? A un montón de horas dentro del coche para ir de A a B?
¿Que es lo más valioso que tenemos y llena nuestro corazón de regocijo, paz y alegría?
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